La reputación es el activo intangible más importante
para cualquier empresa u organización que desea
competir de forma diferente y excelente en la actualidad.
A través de su correcta gestión, la empresa no solo construye y
obtiene una diferenciación imposible de copiar, sino que también
avanza en alcanzar objetivos críticos para cualquier organización:
atraer y retener talento, atraer inversión, generar mayores y mejores
referencias entre sus consumidores, y establecer alianzas, basadas
en la admiración y confianza con sus grupos de interés, que la
conducen a un desarrollo sostenible en el tiempo.
En los últimos años, los profesionales de la comunicación hemos
descubierto que solo a través de la gestión integrada e integral de los
intangibles estratégicos, como son la reputación, la marca, la
comunicación, los asuntos públicos, la sostenibilidad y la
responsabilidad social, se puede liderar con éxito en el nuevo entorno
empresarial.